La muerte del lobo fue pasional.
En realidad una crisis de celos del cazador ante la atracción fatal que ejercía el animalito tanto en la abuela como en la nieta.
Por racismo no se detuvo nunca al asesino.
Caperucita jamás se repuso de esa pérdida. Su hijo nació con hocico largo y hermosa pelambre gris oscura.
Renunció a su nombre de soltera y fue finalmente conocida como "Viuda de Feróz".
Ante la reiterada pregunta de varios conocidos sobre su infortunado pasado: "¿A usted el lobo no se la había comido...?", ella siempre debía aclarar que en realidad había sido un error simple de imprenta lo que generó esa confusión.
(Inscripciones del Registro Civil del Bosque, año de 1456, Libro III a folio 54)